lunes, 30 de enero de 2017

LLEGADA A TAZONES DE CARLOS V

Viernes, 18, undécimo viaje. Ya desde el alba, va el marinero NAO REAL clavaba con la ahínco su vista perspicaz en unos puntos lejanos y borrosos que tan pronto semejaban blancas crestas de rocas, como nubes, acabando por inundarse la duda en el animo de los demás.
Martes, 8, el primer día del viaje. Fiesta de la Natividad de Nuestra Señora. La Nao Real , con arreglo a las Ordenanzas, dispara tres cañonazos y uno el barco del almirante, señal convenida para que todos los navíos de la flota se den a la vela. De la flotilla de barcos ligeros con que contaba la armada ya habían salido algunos la  noche anterior para explorar el paso de Calais y señalar la derrota.
   El navío del rey zarpa de Flessinga, a las cinco de la mañana, a poco trecho del barco del almirante que llevaba la delantera, y seguido del resto de las unidades. Los súbditos del país de Zelanda habíanse reunido en los pasos, puertos y a lo largo las dunas para ver pasar el rey. Todos estaban con el corazón oprimido, los ojos lacrimosos, lamentándose las mujeres por sus maridos, los hijos por sus padres, las muchachas por sus amigos, mientras las personas devotas no dejaban de elevar al cielo fervientes súplicas para que dios librase a su buen príncipe de los riesgos de un mar tan proceloso. Viento en popa, a toda vela, tanto avanzaron el primer día- Nuestra Señora les dispensaba su protección-que, al promediar éste, hallábanse entre Dover y Calais, no habiendo encontrado dificultades en los bancos de Flandes ni en el paso del estrecho y penetrando seguidamente en el canal de La Mancha.

¡¡¡POR FIN LLEGA CARLOS I!!!

La llegada de Carlos I al puerto de Tazones; el príncipe, tenía diecisiete años cuando vino. Y el motivo fue debido a que vino en virtud de disposición testamentaria de sus abuelos maternos, Fernando e Isabel, a ceñir la corona de Castilla y Aragón, con todas las pertenencias y adherencias que poseía.
Los preparativos del acontecimiento estuvieron muy bien, españoles se desesperaban por su llegada ya que estaban impacientes. Por fin, tras vicisitudes sin cuento que sería prolijo referir, Carlos de Austria o de Gante, soberano de Flandes, que iba a ser el primer rey de España. Y ese primer rey de España, después de los reyes católicos, tan enraizados en la entraña nacional, iba a ser, por ironía del destino, un príncipe extranjero. Su mismo nombre, Carlos era extraño a la nómina regia de los Alfonsos y Fernandos, los Sanchos y los Enriques. 
Y así, en prolongada y penosa incertidumbre por parte y parte, transcurrió todo el año de 1516 y casi la mitad del 1517, hasta que sin más dilación, resolvió el rey convocar a los diputados de los estados de su país a una asamblea, que hubo de celebrarse en su ciudad natal de Gante el 21 de junio.

El embarque: hubo mucho ajetreo durante el domingo, tanto en Middelburgo, como en Arnemuiden, frente al cual yacían anclados los navíos, para transportar apresuradamente los bagajes a bordo y a provisionar la flota. El lunes salieron de Arnemuiden, a la meridiana, el medio centenar de bajeles allí retenidos con el fin de estar a buena hora en el puerto y abra de Flessinga. Desde Middelburgo llegaron, por la tarde todos los que le acompañaban, embarcándose, conforme a lo dispuesto, al ponerse el sol, y no saliendo de sus barcos hasta que estuvieron en España. La flota era digna de verse, compuesta de unos cuarenta poderosos navíos y de otras embarcaciones ligeras.

La partida: Martes, 8, y primer día del viaje. Fiesta de la Natividad de nuestra señora.La Nao Real, con arreglo a las Ordenanzas, dispara tres cañonazos y uno el barco del almirante, señal convenida para que todos los navíos de la flota se den a la vela.
De la flotilla de barcos ligeros con que contaba la armada ya habían salido algunos la noche anterior para explorar el paso de caláis y señalar la derrota.
El navío del rey zarpa de Flessinga, a las cinco de la mañana, a poco trecho del barco del almirante que llevaba la delantera, y seguido del resto de las unidades. 

NATALIA CORTINA LUIS  Y  CANDELA MARCOS MARTÍNEZ 1ºB

SALIDA DE 1º de la ESO AL FIELATO



Algunas de las imágenes que he sacado son estas, para nosotras esta ha sido una de las excursiones mas interesantes que hemos tenido, Javier fue el que nos dio una charla guiándonos por todo el edificio, con explicaciones de cada maquina.
Nos sorprendió mucho el gran poster que había a la entrada, en el estaba ilustrado los dos personajes que salen en todos los periódicos del Fielato: Nardo y Quina.



lunes, 23 de enero de 2017

-ATRACO EN CASA DE LOS HEVIA-

Ayer, por la noche, sobre las 22:15 la famosa familia Hevia fue atracada por una banda de vagabundos de aquella zona.
Los Hevia estaban de viaje en Los Ángeles por navidad  cuando les llego una llamada la policía de Hawai donde ellos vivían. Ellos rápidamente hicieron las maletas para coger el primer avión con destino a Hawai.
Dos días después, día 24 de enero llegaba en taxi la familia, entraron en casa  y vieron todo un desastre formado por los susodichos, faltaban muchas cosas, como cuadros, mini estatuas de oro, un collar de perlas de la señora Hevia, montón de maquillaje de la señorita Carla y ya después cosas sin importancia que habían por la casa. Por suerte no encontraron la caja fuerte donde se encontraban millones de euros que tenían, el señor Hevia, aliviado y hechando un resoplido se dejó caer en el sofá al ver que todo ese dinero seguía allí intacto.
Al próximo día, fueron a la policía para ver si sabían algo mas sobre el suceso, y era así, justo en una pequeña celda que se hallaba cerca estaban los culpables.

lunes, 16 de enero de 2017

LLEGADA A TAZONES DE CARLOS V

Viernes, 18, undécimo viaje. Ya desde el alba, va el marinero NAO REAL clavaba con la ahinco su vista perspicaz en unos puntos lejanos y borrosos que tan pronto semejaban blancas crestas de rocas, como nubes, acabando por inundarse la duda en el animo de los demas.

lunes, 9 de enero de 2017

La partida

Martes, 8, el primer día del viaje. Fiesta de la Natividad de Nuestra Señora. La Nao Real , con arreglo a las Ordenanzas, dispara tres cañonazos y uno el barco del almirante, señal convenida para que todos los navíos de la flota se den a la vela. De la flotilla de barcos ligeros con que contaba la armada ya habían salido algunos la  noche anterior para explorar el paso de Calais y señalar la derrota.                 El navío del rey zarpa de Flessinga, a las cinco de la mañana, a poco trecho del barco del almirante que llevaba la delantera, y seguido del resto de las unidades. Los súbditos del país de Zelanda habíanse reunido en los pasos, puertos y a lo largo las dunas para ver pasar el rey. Todos estaban con el corazón oprimido, los ojos lacrimosos, lamentándose las mujeres por sus maridos, los hijos por sus padres, las muchachas por sus amigos, mientras las personas devotas no dejaban de elevar al cielo fervientes súplicas para que dios librase a su buen príncipe de los riesgos de un mar tan proceloso. Viento en popa, a toda vela, tanto avanzaron el primer día- Nuestra Señora les dispensaba su protección-que, al promediar éste, hallábanse entre Dover y Calais, no habiendo encontrado dificultades en los bancos de Flandes ni en el paso del estrecho y penetrando seguidamente en el canal de La Mancha.